Aproximación a la trascendencia de la muerte, comprendida como un tránsito donde se libera el cuerpo físico y prevalece la esencia que habita en él. A través de la joya y el objeto, se ahonda en la relación del cuerpo en el tránsito
El proyecto se basa en la exposición de la muerte, entendida como un tránsito basado en la liberación del cuerpo físico y la prevalencia de la esencia. Lo que interesa es la metamorfosis, la transición, la inflexión que contiene el proceso de muerte, que se resume, en la reducción a la esencia, al espíritu, al componente divino e imperecedero que alberga la vida y cuya existencia se mantiene más allá de la muerte.
Por un lado, una pieza se trata de una joya de bronce, que se coloca en la cabeza y cubre los ojos (metáfora de la muerte del cuerpo) con pequeñas máscaras mortuorias, similares a monedas, como los óbolos griegos. Entre ambos ojos, en el centro de la frente aproximadamente, hay un ojo abierto, símbolo inequívoco del tercer ojo, recipiente de la esencia divina.
La segunda pieza son unos cristales en vertical sobre un soporte (de ébano y plancha metálica), donde una silueta humana, va disminuyendo su superficie de cristal en cristal, hasta convertirse en un punto dorado, la esencia. Tiene una doble lectura, reducción a la esencia y su inversa, la encarnación de esa esencia en un cuerpo.
Técnicas; cristal, ébano, hierro, pan de oro y pintura acrílica; y fundición de bronce por microfusión y cadenas.